El
sábado 30 de enero, en el Pabellón de Deportes del Colegio Marista La
Fuensanta, en Murcia capital, tuvo lugar el Encuentro de Infancia Misionera
2016, por el que los niños de Murcia dieron Gracias a los Misioneros, y a Dios,
por darles la oportunidad de ser uno de ellos y poder ser misioneros en sus
colegios, casas, pueblos y ciudades.
El
encuentro, con el lema GRACIAS, se inició a las 10 de la mañana, hora a la que
fueron llegando los participantes, cerca de 500, 432 niños, procedentes de los
colegios: Santa María del Carmen (Murcia), El Buen Pastor (Murcia), La
Consolación (Espinardo), El Divino Pastor (Cieza) y La Milagrosa (Espinardo); y
de las parroquias: San Benito (Murcia), Santa María la Real (Aledo), Ntra Sra
del Rosario (Puente Tocinos), San Juan Bautista (Archena) y Ntra Sra de las
Maravillas (Los Martínez del Puerto).
La
animación del encuentro corrió a cargo de los misioneros javerianos Paulino y
Miguel, y del coro de la parroquia de San Benito, dirigido por María Dolores,
que este año representará a la diócesis en el Festival Nacional de la Canción
Misionera que se celebrará en Getafe.
Tras
un rato de animación, mientras llegaban todos, vino la oración inicial,
preparada y dirigida por el grupo de la parroquia de San Benito. Luego se tuvo
tiempo para un bocata, mientras los jóvenes voluntarios del Colegio de Santa
María del Carmen, coordinados por Tere, de la Juventud Idente preparaban las
pruebas de la Gymkana de este año, en torno a las Obras de la Misericordia.
Un
poco antes de la 1 de la tarde, llego el obispo, D. José Manuel Lorca Planes,
quién presidió la Eucaristía, concelebrada por su secretario, los misioneros
javerianos, el delegado de misiones, y los párrocos de San Benito, Puente
Tocinos, Aledo y San Juan Bautista de Archena, presentes en el encuentro. El
obispo nos invitó a ser misioneros y a estar agradecidos por la labor de los
misioneros y también por poder ser nosotros misioneros. En ella, nos acordamos,
agradecidos por su colaboración durante tantos años a estos encuentros, de
Gabriel, llamado el pasado miércoles a la casa del Padre, como sacerdote
ejerció su ministerio en nuestra diócesis, pero siempre con un gran corazón
misionero, y colaborando en todo lo que se le pedía y a él se le ocurría con la
Delegación de Misiones.
Luego
vino la comida, y a las 3 de la tarde dio inició la velada festiva en la que
cada grupo presentaba el baile y la canción que habían preparado para compartir
con los demás.
Poco
antes de las 5 terminaba el encuentro, cansados pero habiéndolo pasado muy bien
y agradecidos por todo y por todos.
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