NOTICIA CEDIDA POR EL EQUIPO DE REDACCIÓN DE MEDIOS DE LA DIÓCESIS.
El jueves, día 31 de enero, tuvo lugar en Villa Pilar un acontecimiento entrañable y lleno de vida: el envío de tres hermanas Apostólicas de Cristo Crucificado que marchan a Mozambique a evangelizar, a llevar el mensaje de Cristo Crucificado y Resucitado, corazón y núcleo del Evangelio, pero también corazón y núcleo del carisma de esta Congregación que quiere hacer fecundo el legado de sus fundadoras, la Madre María Seiquer y la Madre Amalia Martín de la Escalera.
A las 7.30h de la tarde, la capilla de las hermanas en Villa Pilar estaba llena de conocidos, allegados, familiares, hermanas que querían acompañar a las nuevas misioneras en la ceremonia del envío. Había un ambiente festivo por parte de todos.
Presidió la Eucaristía el Sr. Obispo, Mons. D. José Manuel Lorca Planes, acompañado de Mons. D. Francisco Lerma de la diócesis de Gurué donde son enviadas las hermanas. Concelebraron junto a ellos una decena de sacerdotes.
En la monición de entrada se destacó que la semana pasada la Congregación celebró 40 años de su presencia en América, y ahora, impulsada por el deseo de seguir llevando el Evangelio a todas partes, siguiendo el mandato de Jesús, marchan a Mozambique.
En las lecturas que se proclamaron, se resaltó la urgencia del envío para llevar la Buena Noticia del Evangelio y la persona de Jesús a todos los lugares posibles: “…que hermosos los pies del mensajero que anuncia la Buena noticia…” “Id al mundo entero y proclamar el Evangelio” “Como el Padre me envió, así os envío Yo”…
En la homilía, compartida por los dos Obispos, fue muy significativa la presencia de la Iglesia en esta nueva misión. Fue toda una exhortación a vivir la consagración, a llevar el mensaje de Jesús y a poner la confianza en Él.
Al acabar, la Superiora General de la Congregación: Hna. Pilar Sánchez Marín, desde el ambón proclamó que la Congregación de Hermanas Apostólicas de Cristo Crucificado envía a Mozambique a las hermanas: Aurelia Rodríguez Argueta, Ángeles Cárceles López y Concepción del Toro López; las hermanas al oír sus nombres se pusieron en pie en señal de escucha y de respuesta, en amor y en obediencia. A continuación, las tres en el centro del Altar recibieron el envío del Sr. Obispo y el Crucifijo de misioneras, respondiendo los fieles con un gran aplauso.
Al acabar la Eucaristía los celebrantes y las hermanas enviadas, en el presbiterio, cantaron el himno de la congregación al que se sumaron todos los participantes.
Según han comunicado, la de ayer “fue una ceremonia donde se respiró mucha vida, mucha alegría y mucha esperanza, signos inequívocos de la presencia del Espíritu”, al tiempo que recuerdan que ya lo dijo el Señor: “donde dos o más se reúnen en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos”.
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