El martes 1 de octubre,
a las 8 de la tarde, en la Basílica parroquial de La Purísima, en Yecla, el
obispo de la diócesis, D. José Manuel Lorca Planes, iniciaba el Mes Misionero Extraordinario
con la celebración de la Eucaristía de Santa Teresa del Niño Jesús, dentro de
la cual bendijo a los dos sacerdotes de la diócesis que han sido enviados como
misioneros a la diócesis de San Pedro Sula en Honduras.
La celebración tuvo lugar en Yecla, a la periferia de la
diócesis, parroquia donde fue bautizado y confirmado uno de los sacerdotes
enviados: Pablo Jareño López-Cuervo, que lleva poco más de 8 años como
sacerdote en la diócesis. El párroco del lugar, José Antonio Abellán Jiménez y
la comunidad parroquial de La Purísima, que celebra su 150 aniversario, acogieron a todos y lo tuvieron todo
perfectamente preparado y previsto, actuando D. José Antonio como maestro de
ceremonias.
La animación musical de la celebración vino desde Jumilla organizada
por la hna. Azucena Cisneros de la Misioneras de la Caridad y la Providencia,
que llevan en Jumilla la Casa Misionera de San José y colaboran con todas las
parroquias de dicha localidad, de padres jumillanos y con enraizado en Jumilla
es el otro sacerdote enviado, José Luis Bleda Fernández, hasta ahora delegado
de Misiones y de Migraciones.
El obispo y los dos sacerdotes enviados estuvieron
acompañados por 8 sacerdotes más, entre ellos Juan Matías Caballero, recién
llegado de Honduras, el pasado 25 de agosto, y el misionero veterano Blas
Bernal Herrero. El obispo en una ceremonia sencilla y emotiva, subrayó la
importancia de la Misión y el compromiso histórico de la diócesis de Cartagena
con la diócesis de San Pedro Sula, donde muchos sacerdotes murcianos, desde
hace más de 40 años, han dejado huella, una historia y un compromiso que no
acaban, sino que continúan con este envío.
Con esto se inicia el Mes Misionero Extraordinario, que se
irá desarrollando con distintas actividades en la diócesis.
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