El sábado 4 de
noviembre, en la Diócesis de Cartagena, se cerraban las actividades
organizadas desde la Delegación de Misiones con motivo del DOMUND
con la peregrinación jubilar de la Infancia Misionera a la
Basílica-Santuario de la Santísima Vera Cruz.
El
total de participantes fue de 210: 165 niños entre los 6 y 12 años
y 45 acompañantes entre padres, monitores, educadores, religiosos y
sacerdotes.
El
encuentro de Infancia Misionera tuvo lugar en el Colegio de Ntra.
Sra. de la Consolación de Caravaca, donde entre las 10 y 10;30
fueron llegando los diferentes grupos, acogidos por las hermanas de
la Consolación de Caravaca, el delegado de Misiones y los misioneros
javerianos Paulino e Ivanildo, que hicieron de animadores, mientras
Ana y María Dolores, del Equipo de Infancia Misionera, con la ayuda
de Paqui, hacían las inscripciones y repartían mochilas, globos,
zumos,…
Poco
a poco fueron llegando: los más madrugadores fueron los de
Cartagena, del colegio “Santa Joaquina de Vedruna” de las
carmelitas de la Caridad-Vedruna, seguidas por el autobús que desde
Espinardo nos traía a los participantes de los colegios de la
Consolación y de La Milagrosa, y algunos de la parroquia de Los
Martínez del Puerto. Participaron también alumnos del colegio que
nos acogía, y niños de las parroquias de Sangonera la Seca, del
Carmen de Aguilas, y de Campos del Río.
Poco
más tarde de las 10;30 salíamos del colegio camino a la Iglesia de
El Salvador, donde a las 11;30 tuvo lugar, presidida por el párroco
y vicario episcopal de la zona, D. Jesús Aguilar, la estación
jubilar, tras la cuál y con el resto de peregrinos, los niños
subieron a la Basílica-Santuario para participar de la Eucaristía
jubilar y besar la reliquia del lignum crucis que allí se venera.
Tras
tomar fuerzas y compartir los bocatas, hacia las cuatro, los niños
peregrinos, divididos en dos grupos, visitaron dos de los museos de
Caravaca: el de la Santa Cruz y el de los Caballos del vino, tras lo
que se regresó al colegio de la Consolación para partir cada uno a
su lugar de origen.
Una
jornada jubilosa, festiva, que nos recordó que la Misión nos espera
y que tenemos que ser valientes para realizarla.
Desde
la Delegación agradecer de corazón la participación y el esfuerzo
realizado por los que han hecho posible este encuentro.
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