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sábado, septiembre 21, 2013

MENSAJE DEL SR. OBISPO PARA LA JORNADA DEL DOMUND 2013

Queridos diocesanos,

El mes de octubre viene a recordarnos aspectos importantes de nuestra espiritualidad cristiana, la devoción a la Santísima Virgen María y la actualización de su modelo orante y el DOMUND, el día en que la Iglesia universal reza por los misioneros y misioneras y colabora con ellos en su labor evangelizadora, que con frecuencia se desarrolla entre los más pobres.

Este mes me trae a la memoria el ejemplo evangélico de Marta y María, las dos maneras de acoger a Dios en el corazón y en la vida. María sentada a los pies del Señor para escuchar embelesada la palabra del divino Maestro y Marta que se afanaba para darle a Jesús todo lo que necesitara, alimento, descanso, porque todo le parecía poco. Sin embargo, dos acogieron con amor a Jesús dentro de su corazón.
En el día del DOMUND nos invitarán a acoger a Jesús dentro del corazón con los dos estilos, la oración y la acción. Una oración que no termina en este día, sino que debe ser constante, todo el año, por los misioneros que están gastando su vida en la tarea evangelizadora. Pero también en la acción, para que se impulse el milagro de la multiplicación de los panes, mediante la limosna, dando de comer al hambriento y de beber al sediento; para extender el mensaje evangélico de modo que responda a las expectativas y necesidades del hombre contemporáneo, que conozca a Cristo, Camino, Verdad y Vida. 
Hace pocos meses, escuchábamos, con un profundo agrado, las palabras de un misionero excepcional, el Papa Francisco, a su llegada a Río de Janeiro para participar de la JMJ. Su mensaje ante las autoridades brasileñas fue contundente y precioso, capaz de arrancar de nosotros un Sí muy grande al Señor. Les dijo, que no traía oro ni plata, pero “traigo conmigo lo más valioso que se me ha dado: Jesucristo. Vengo en su nombre para alimentar la llama de amor fraterno que arde en todo corazón; y deseo que llegue a todos y a cada uno mi saludo: La paz de Cristo esté con ustedes”… Siguió con su declaración de intenciones explicando el sentido de su peregrinación: “confirmar a sus hermanos en la fe en Cristo, alentarlos a dar testimonio de las razones de la esperanza que brota de él, y animarles a ofrecer a todos las riquezas inagotables de su amor. Como es sabido, el principal motivo de mi presencia en Brasil va más allá de sus fronteras”.

A vosotros, hermanos, os recuerdo que en el día del DOMUND celebramos la responsabilidad propia en la difusión del Evangelio. No olvidemos que la cooperación misionera no es solo económica, sino prioritariamente espiritual y de personas y que, aun siendo muy importante y necesaria la cooperación con proyectos sociales, esta no debe desplazar a la necesaria y urgente cooperación con los proyectos que promueven directamente la evangelización.

Para esta tarea es necesario colaborar y por eso llamo a vuestra puerta otro año más, con un pensamiento del Beato Papa, Juan Pablo II: “la limosna evangélica no es simple filantropía: es más bien una expresión concreta de la caridad, la virtud teologal que exige la conversión interior al amor de Dios y de los hermanos, a imitación de Jesucristo, que muriendo en la cruz se entregó a sí mismo por nosotros (JUAN PABLO II, Redemptoris missio, 81.).



Que Dios os bendiga.

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